Tejiendo ando
Siempre he tenido una gran fascinación por las técnicas antiguas, técnicas milenarias que han pasado de generación a generación. Admiro a los grandes artesanos del mundo que nos siguen inspirando con sus creaciones.
En el 2019 decidí tomar clases de telar de pedal, en “el Nigromante” Bellas Artes en San Miguel de Allende. Una belleza de edificio y mi salón de clases espectacular, con 8 telares listos para que las aprendices tomáramos nuestros lugares para crear.
Recuerdo que la maestra nos dijo el primer día de clases: aquí no se viene a meditar ni a pasar el rato, aquí se viene a aprender un oficio.
El telar de pedal es una técnica antigua que fue introducida en México por los españoles en el siglo XVI. Tiene como base una estructura de madera donde con el movimiento de las manos y los pies, se van hilando cada uno de los hilos de algodón o lana principalmente.
El peine por donde pasan los hilos de urdimbre, según sea su numeración, más o menos hilos por cada centímetro, así se obtienen tejidos de distintas densidades, desde 3 hilos cada centímetro hasta 20, 30 o más, para tejidos muy finos y densos.
Pasé varias horas a la semana dialogando con el telar antiguo de más de 90 años, pisando un pedal y luego el otro en un ritmo de armonía con pies y manos.
La urdimbre y la trama, protagonistas de esta historia, no podrían existir una sin la otra.
La urdimbre o «hilo» es el conjunto de hilos longitudinales que se mantienen en tensión, para diferenciarlo del hilo insertado sobre la urdimbre y bajo ella se teje la «trama». La trama cruza la urdimbre de manera horizontal para crear la pieza.
La trama nos da el diseño.
Hermosos y únicos textiles salen de ahí, gran oficio que incorporé a mis técnicas creativas.
Hilos y estambres de lana, algodón, alpaca y uno que otro material sintético. Combinando colores y texturas, nos ofrece piezas de cálido abrigo.
Finalmente compre mi propio telar donde paso tiempo en mi taller tejiendo y sonriendo. La instalación me llevó varias semanas porque hay que armar la estructura de madera ajustando los niveles de los pedales, se tiene que colocar el peine y los avíos (marcos) que sostienen las mallas. Armar un telar es como afinar un instrumento para que salga una hermosa melodía llena de color.
La estructura y funcionamiento del telar es una ingeniería ancestral donde todo tiene que funcionar al mismo tiempo, es un amable y sincronizado diálogo de cada una de sus piezas